martes, febrero 15, 2011
Cantas,
y en tu canción,
anidan experiencias
de mujeres antiguas,
de antepasadas de sal,
que como mujer de Lot,
se negaron a renunciar
al pasado, a su legado.
Con tu voz,
la historia se construye
e impide el olvido.
Porqué son los brazos
de las mujeres,
meciendo a sus hijos,
los que siguen
haciendo posible
la civilización.
Cantas,
y en tu nana de abuela,
consuelas
los males del mundo,
acaricias
la semilla
que brotará en el futuro,
seguro,
a fuerza de ternura.
Meces,
anónimamente, los niños.
Y en ese gesto,
descubres el enigma,
del progreso de lo bueno,
de la alegría de vivir,
del existir tal cual es uno.
Curando las penas,
a pesar de los gobiernos,
los huracanes,
y la ley del hielo,
que por siglos,
trató de silenciar
el canto sanador
de todas las sirenas.
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Uaaauuuu. Espectacular para los sentidos !!!!
ResponderEliminaruaaauuuu,qué rápido, rombo!
ResponderEliminarLas madres son un poco como las sirenas... te curan con un beso...
ResponderEliminarUaaaaauuuuuu, como mola el tema k has puesto...
;-)
Jajaja, qué buen rollo este Olivier...eh Siona.
ResponderEliminarEste poema es una delicia.
ResponderEliminarTierno, bonito y muy emotivo.
Hoy te has ganado un aplauso.
Besos.
...y es que las mujeres somos una maravilla!
ResponderEliminarUn poema entrañable.
Un beso
A Olivier:
ResponderEliminarsi, las madres somos como sirenas curamos con besosy otras brujerías.
A Rombo:
si, Olivier es un encanto.
A Toro: gracias por aplaudirme, hasta hoy, creo que nunca me habían hecho esta gracia, saludos.
A Avillarin7:
estoy totalmente de acuerdo! gracias
;-)
ResponderEliminarQue injusto se vuelve el asunto no? esos cantos, esos brazos y demas son a los que les debemos todo, y sin embargo su paga por todo ello es bastante pobre, por no decir miserable, en fin.
ResponderEliminarBesotes Siona!