lunes, marzo 19, 2012

















Vestida de noche
te busqué
en la profundidad
del bosque de abetos.
El aire era de hielo,
de agujas heladas
que entumecían
el cuerpo.
El silencio de
la nieve
hacía más desolado
el momento.
Grité tu nombre
como loba,
aullando,
como fiera en celo.
Y logré
recuperar el alma.
Me encajé
de nuevo.

2 comentarios:

  1. Me alegro que hayas vuelto. Ojalá que salgas del frío y te quedes con los que te queremos. Abrazos.

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  2. gracias por tu cariño...se va a intentar....saludos!

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