sábado, septiembre 25, 2010

un reserva del 98...



Cuelgas los sueños en tu ropero.
Allí tus pantalones gastados, las camisas estampadas, los complementos,...





¿Qué te pondrás hoy para andar por la calle en medio de tanto desconocido?
Podrías mostrarles tu vestido verde, ese que mientras andas hace reflejos, distintas aguas.
Sabrían demasiado. Se atreverían a increparte.
Ese lo reservas para un amigo que está por llegar, por el que la esperanza apuesta.
Quizá el color azul combine mejor con este día de mar revuelto.
No el amarillo. No eres sol de nadie, ni quieres, ni pretendes.
Negro tampoco. Si te oscurecieras más caerías dentro de un pozo.
Ni blanco. La espuma la utilizas sólo en los bailes sagrados.
Azul, como el mar, como el cielo. Hoy quieres confundirte con los otros.
Que nadie pregunte. Sólo saludos y despedidas.
Que pasen por tu lado sin besarte y sin arañarte.
Él no está.
Azul color independiente. Un buen luto para su ausencia.

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