viernes, enero 28, 2011





Las curvas escasas.
El aburrimiento próspero.
Ninguna señal.
Ninguna nube.
El viento
hace tiempo
que no me visita.
Con su olvido,
olvidé mi tacto.
¿Dónde está mi piel?
¿Para qué sirve?
Transito,
despacio,
pero voy, igual,
a alguna parte.
Y en ese ejercicio,
estúpido y cruel,
me despido de ti,
mientras ando.
A más grande mi corazón,
más te amo,
más sola estoy.
El amor te recuerda
dolorosamente
quién eres.
El amor te hunde en otro,
abismo.
El amor te une
y te distingue.
Te resalta,
en soledad extrema,
frente al universo.

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